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¿Cuál es el impacto de las fugas de datos en el sector bancario?

Foto del escritor: Aline Silva | PhishXAline Silva | PhishX

Los hábitos de las personas han cambiado radicalmente a lo largo de los años y vivimos en un escenario en el que nuestros datos son invaluables.


Debido a esta alta conectividad, las fugas de datos se han vuelto cada vez más frecuentes, convirtiendo a las instituciones bancarias en los principales objetivos de los ciberdelincuentes.


Después de todo, información como el número de teléfono y el historial de compras se almacenan en las bases de datos de estas instituciones, lo que atrae a estafadores y personas malintencionadas.


Así, cualquier fuga de datos en este sector puede tener repercusiones incalculables. Por eso es tan necesario que estas instituciones mitiguen los riesgos y prevengan los ataques.


¿Qué es una fuga de datos?


Los incidentes de seguridad con datos personales ocurren de varias maneras y definimos esta acción cuando hay:


  • Violación;

  • Acceso no autorizado;

  • Alteración;

  • Destrucción de información capaz de identificar a las personas.

 

Independientemente de cómo ocurra esta filtración, su definición se caracteriza por comprometer la privacidad y la seguridad de las personas.


Este tipo de eventos pueden desencadenarse por diversas causas, como ciberataques, errores humanos, fallos del sistema o incluso acciones maliciosas por parte de los empleados internos.


Entre los incidentes más comunes se encuentran las fugas de datos, que exponen información confidencial al público o a terceros no autorizados, y los ataques de ransomware, en los que los delincuentes cifran los datos y exigen pagos.


Otros ejemplos incluyen el robo de credenciales, que permite el acceso indebido a los sistemas, y la exposición accidental de información, a menudo causada por errores en el envío de correos electrónicos o la configuración de servidores.


Cada uno de estos escenarios plantea un riesgo significativo para la integridad de los datos y la seguridad de las personas.


Las consecuencias de un incidente de seguridad con datos personales pueden ser graves y de gran alcance. Esto se debe a que las acciones impactan a las organizaciones, pero sobre todo a las personas.


Para las personas, la fuga de información puede conducir al robo de identidad, fraude y otras formas de pérdida financiera y emocional. Cuando llevamos esto al canario bancario, las consecuencias se vuelven aún más graves.


Esto se debe a que esta organización puede perder su credibilidad en el mercado y ver cómo los clientes y socios se van. Además del impacto financiero directo y las pérdidas operativas, existe la posibilidad de enfrentar sanciones regulatorias.

 

¿Cómo se producen las fugas de datos en el sector bancario?


En el sector bancario, las violaciones de datos pueden producirse debido a una combinación de factores que implican tanto fallos tecnológicos como errores humanos.


Esto se debe, en gran medida, a la creciente digitalización de los servicios financieros, ya que gracias a estas tecnologías las instituciones bancarias se convierten en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes.


Estos estafadores buscan explotar vulnerabilidades y fallas que permiten a los atacantes acceder a información confidencial de los clientes, poniendo en riesgo la integridad de los datos y la confianza depositada en las instituciones.

 

Ataques cibernéticos


Los delincuentes utilizan técnicas de ingeniería social, como el phishing, para engañar a clientes y empleados y obtener credenciales de acceso, explotando la confianza humana y la vulnerabilidad.


Este enfoque permite a los atacantes infiltrarse en los sistemas bancarios dirigiéndose a campañas falsas que capturan información confidencial a través de correos electrónicos o mensajes falsos.


Además, el malware y el ransomware plantean graves amenazas, ya que pueden infectar sistemas enteros codificando datos críticos y exigiendo un rescate por su liberación.


Estos ataques no solo comprometen la confidencialidad de la información, sino que también pueden paralizar las operaciones, afectando la continuidad del servicio y generando importantes pérdidas financieras.

 

Fallos de infraestructura


Otro problema importante que puede comprometer la confidencialidad de los datos son los sistemas obsoletos, porque a menudo tienen vulnerabilidades que pueden ser explotadas por los piratas informáticos.


Esto se debe a configuraciones incorrectas y a la ausencia de actualizaciones periódicas, lo que crea lagunas que pueden ser fácilmente hackeadas, permitiendo el acceso no autorizado a datos confidenciales de los clientes.


Además, la falta de inversión en infraestructura de TI y el descuido del mantenimiento preventivo aumentan el riesgo de incidentes y exponen a los clientes a fraudes y otras actividades maliciosas.


Errores humanos


Los errores humanos no son más que  negligencia o descuido de las personas, como enviar información confidencial, usar contraseñas débiles y hacer clic en enlaces automáticamente.


Todas estas acciones contribuyen significativamente a la fuga de datos y, a menudo, son el resultado de una falta de capacitación adecuada, lo que hace que las personas no estén preparadas para lidiar con los protocolos de seguridad requeridos por el entorno.


Por ello, invertir en programas de concienciación y formación continua es fundamental para reducir la incidencia de estos errores.


Después de todo, cuando los empleados están bien informados sobre las prácticas de seguridad, el riesgo de fugas accidentales disminuye, lo que fortalece la defensa contra posibles intrusiones.

 

Controles de acceso ineficientes


La gestión inadecuada de los privilegios de acceso, como la ausencia de autenticación multifactor o políticas de contraseñas seguras, facilita la explotación de los sistemas internos.


Esto ocurre cuando los controles de acceso no son estrictos y usuarios no autorizados  obtienen acceso a información confidencial, poniendo en riesgo la seguridad de todo el entorno bancario.


Además, la falta de seguimiento continuo y auditorías periódicas permite que las actividades sospechosas pasen desapercibidas.


El control de acceso es extremadamente necesario para todas las organizaciones, más aún para las instituciones que tienen tanta información personal como el sector bancario. Descuidar estas acciones es comprometerse con los riesgos.

 

¿Cómo protegerse?


En la banca, la protección de los datos requiere un enfoque integral que combine medidas tecnológicas avanzadas con la concienciación continua de las personas.

 

Ante un escenario en el que las fugas de datos pueden ocurrir tanto por  fallas de infraestructura como por  errores humanos, las instituciones financieras necesitan invertir en estrategias que reduzcan las vulnerabilidades y fortalezcan la confianza.


Para defenderse de los ciberataques, es fundamental adoptar soluciones que eviten el acceso indebido a los sistemas.


Los delincuentes utilizan técnicas de ingeniería social, como el phishing, para obtener credenciales de acceso, mientras que el malware y el ransomware pueden comprometer la integridad de los datos e incluso paralizar las operaciones.


Un frente de protección muy importante se refiere a la modernización y el mantenimiento de los sistemas informáticos.


Como dijimos, los sistemas obsoletos y las configuraciones incorrectas ofrecen lagunas que los piratas informáticos pueden aprovechar para obtener acceso no autorizado.


Por ello, es fundamental que las instituciones financieras inviertan en actualizar constantemente su software y revisar periódicamente las configuraciones de seguridad, además de realizar auditorías y pruebas de vulnerabilidad.


Estas acciones, combinadas con una infraestructura de TI bien gestionada, minimizan los riesgos de incidentes derivados de fallos.


Además de las defensas tecnológicas, la formación de las personas es un pilar fundamental para evitar fugas de datos. Esto se debe a que los errores humanos pueden comprometer irreversiblemente la seguridad de los datos.


Por lo tanto, es necesario invertir en programas de capacitación y campañas de concientización, que enfaticen las mejores prácticas y protocolos de seguridad requeridos en el entorno bancario.


Estas acciones ayudan a reducir significativamente la incidencia de estos errores, convirtiendo al equipo en una primera línea de defensa contra los ataques.


Por último, la implementación de estrictos controles de acceso es extremadamente necesaria para limitar el acceso a la información confidencial solo a las personas autorizadas.


Esto se debe a que la ausencia de mecanismos como la autenticación multifactor y las políticas de contraseñas seguras facilita la explotación de los sistemas internos, mientras que la falta de supervisión continua puede permitir actividades sospechosas.


Por lo tanto, es necesario establecer procesos claros de gestión de acceso y realizar auditorías periódicas para garantizar que cualquier intento de intrusión se detecte y neutralice rápidamente.


De esta manera, al combinar tecnología, procesos y capacitación, el sector bancario puede fortalecer su seguridad y proteger tanto los datos de los clientes como la reputación de la institución.


PhishX ayuda a las organizaciones a reducir el riesgo de infracciones

 

Las instituciones bancarias se enfrentan a riesgos cada vez mayores, como ciberataques sofisticados, fallos de infraestructura informática y errores humanos.


PhishX es un ecosistema que ayuda a estas instituciones a proteger los datos sensibles y mantener la integridad de los sistemas, especialmente en la prevención y detección de ataques.


Nuestra plataforma contribuye a la educación y concienciación de las personas, después de todo, tienden a ser la puerta de entrada para los ataques cibernéticos.


A través de capacitación práctica y simulaciones, nuestra herramienta permite a los empleados reconocer signos de phishing y adoptar comportamientos seguros, reduciendo así los riesgos derivados del error humano.


Este enfoque fortalece la cultura de seguridad en la institución, haciendo que cada miembro del equipo sea parte activa en la defensa contra intrusiones.


Al formar parte del ecosistema de protección de las instituciones bancarias, nuestra herramienta ayuda a mitigar los riesgos asociados a los ciberataques y errores humanos, contribuyendo a un entorno financiero más seguro y resiliente.


¡Ponte en contacto con nuestros expertos y conoce nuestro ecosistema!



En primer plano, un anciano con traje y corbata analiza documentos entre varios monitores con gráficos financieros. Al fondo, una mujer de pelo largo trabaja frente a un ordenador, mientras otra persona escribe en una libreta. En la esquina superior izquierda, está presente el logotipo de PhishX. En la parte inferior, hay un texto blanco que pregunta: "¿Cuál es el impacto de las filtraciones de datos en el sector bancario?". La escena transmite una atmósfera de seguridad digital y análisis de datos financieros.
El impacto de las filtraciones de datos en el sector bancario es incalculable

 
 
 

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