¿Es Brasil un blanco fácil para las fugas de datos?
- Aline Silva | PhishX
- 20 jun
- 7 Min. de lectura
En los últimos años, Brasil ha llamado la atención por el creciente número de fugas de datos.
Organizaciones de diferentes sectores, organismos públicos e incluso servicios esenciales se han enfrentado a incidentes que exponen información sensible de millones de personas.
Esta realidad plantea una pregunta inevitable: ¿por qué Brasil se ha convertido en un blanco tan fácil para los ciberdelincuentes?
En este artículo, exploraremos el panorama actual de las fugas de datos en el país, comprenderemos los principales factores que hacen que las organizaciones brasileñas sean más vulnerables y, sobre todo, discutiremos el papel de las personas en este escenario.
¿Quieres saber cómo un cambio de cultura, con foco en la prevención y la concienciación, puede marcar la diferencia en la reducción de riesgos? Sigue leyendo este texto. Después de todo, Brasil no tiene por qué seguir siendo un blanco fácil.
¿Por qué Brasil es un destacado negativo en las fugas de datos?
Casos como la mega filtración de 2021, que expuso información de más de 223 millones de brasileños.
Los recientes ataques a instituciones públicas y grandes empresas refuerzan la advertencia de que los datos de millones de personas están circulando indebidamente en Internet.
Solo en 2024, 84,6 millones de cuentas de usuarios se vieron comprometidas, lo que representa un crecimiento del 2.322% en comparación con 2023, colocando a Brasil en el 7º lugar a nivel mundial en el ranking de países más afectados.
Este número equivale a unas tres cuentas violadas por segundo, lo que da lugar a un escenario en el que la digitalización se acelera más rápido que las medidas de protección.
Un escenario como este ha generado repercusiones en los medios de comunicación y ha colocado el tema de la seguridad de la información en el centro de los debates corporativos y gubernamentales y con cada nuevo incidente crece la preocupación por los impactos en las organizaciones.
En este contexto, discutir las fugas de datos en Brasil no solo es necesario, sino urgente.
Las organizaciones necesitan entender las causas de este aumento, los principales
vectores de ataque y, sobre todo, cómo la concienciación y el fortalecimiento de la cultura de seguridad pueden ayudar a reducir los riesgos.
¿Está Brasil en el centro de las filtraciones?
Las fugas de datos en Brasil han afectado repetidamente a algunos de los sectores más críticos de la economía, tales como:
Finanzas;
Venta al por menor;
Gobierno;
Salud.
Cada uno de estos segmentos maneja grandes volúmenes de información sensible, lo que los convierte en objetivos estratégicos para los ciberdelincuentes.
En el sector financiero, por ejemplo, se han vuelto frecuentes los incidentes que involucran fugas de datos bancarios, transacciones e incluso claves Pix, mientras que en el comercio minorista, el crecimiento del comercio electrónico durante los últimos años también ha ampliado la superficie de ataque.
Las grandes cadenas minoristas brasileñas ya se han enfrentado a filtraciones que expusieron datos como el CPF, el historial de compras y la información de tarjetas de crédito.
Además de las pérdidas financieras directas, estas instituciones también sufren la pérdida de confianza de los consumidores, que cada vez tienen más miedo de proporcionar sus datos en las plataformas digitales.
El sector público, incluidas las agencias gubernamentales, también aparece con frecuencia en las estadísticas de filtraciones.
Casos como el incidente que afectó al INSS en 2024, que derivó en una multa por no notificar a los interesados sobre la filtración, refuerzan la vulnerabilidad de las estructuras gubernamentales.
En el sector de la salud, el riesgo es aún más crítico, las filtraciones de registros médicos, historiales de pruebas y datos de seguros de salud no solo comprometen la privacidad del paciente, sino que también pueden usarse en esquemas de fraude o extorsión.
Cuando comparamos Brasil con otros países, la situación se destaca negativamente, ya que los números refuerzan que, a pesar de no ser la economía más grande del mundo, Brasil es uno de los objetivos preferidos de los ciberdelincuentes.
Con un volumen de incidentes que supera al de países con una infraestructura digital mucho más robusta.
¿Cuál es el papel de las personas en las filtraciones?
A medida que la tecnología evoluciona y se implementan nuevas herramientas de protección, el factor humano sigue siendo uno de los principales puntos de vulnerabilidad en las organizaciones brasileñas.
En la mayoría de los casos de fuga de datos, el error comienza con una acción simple, como hacer clic en un enlace sospechoso, proporcionar información a personas no autorizadas o desechar incorrectamente documentos con datos confidenciales.
La combinación de la falta de formación continua y la ausencia de una cultura de seguridad hace que muchos empleados aún no reconozcan los comportamientos de riesgo en el entorno digital.
Los ataques de ingeniería social, especialmente los basados en phishing, siguen liderando como los principales vectores de acceso no autorizado.
En 2024, más del 90% de las amenazas cibernéticas en Brasil se originaron por algún tipo de interacción humana, según una encuesta de IBM Security, porque los delincuentes explotan emociones como:
Urgencia;
Miedo;
Curiosidad.
Con el objetivo de convencer a las personas de que abran correos electrónicos maliciosos, proporcionen credenciales o realicen acciones que abran la puerta a los atacantes.
Incluso en las organizaciones que ya invierten en soluciones tecnológicas, la ausencia de una concienciación continua convierte a cada empleado en un potencial eslabón débil de la cadena de seguridad.
Otro agravante es el exceso de confianza por parte de los profesionales que se creen inmunes a este tipo de ataques.
Esta percepción errónea, sumada a la rutina de trabajo acelerada y a la falta de políticas claras sobre el manejo de datos, aumenta las posibilidades de incidentes.
Al fin y al cabo, sin un proceso educativo permanente y acciones que involucren a todas las áreas de la institución, la tendencia es que los errores humanos sigan siendo la principal puerta de entrada a las filtraciones.
¿Cuáles son los impactos de las filtraciones en Brasil en las organizaciones?
Los impactos de una fuga de datos para las organizaciones brasileñas van mucho más allá de la cuestión técnica. Las consecuencias financieras pueden ser graves, empezando por las sanciones previstas por la LGPD.
Además de las sanciones legales, también hay costos relacionados con la investigación del incidente, la respuesta a emergencias, la comunicación con los afectados y la contratación de servicios especializados para la contención y remediación.
Por no hablar de las posibles demandas y el pago de indemnizaciones individuales, que pueden generar pérdidas a largo plazo.
Desde el punto de vista de la reputación, el daño es igualmente preocupante, ya que una sola filtración puede poner en peligro años de creación de confianza con los clientes, los socios y el mercado en general.
Además, la percepción de que una organización no cuida adecuadamente los datos que recopila puede ahuyentar a los consumidores e impactar directamente en las ventas, especialmente en un escenario donde la confianza digital se ha convertido en un diferencial.
De esta manera, mantener la seguridad de la información no es solo una obligación legal, sino una necesidad estratégica para la supervivencia y el crecimiento sostenible.
¿Cuál es la forma de reducir las fugas en Brasil?
Es necesario entender que reducir los riesgos de fugas de datos en Brasil va mucho más allá de invertir en tecnologías de protección avanzadas.
La verdadera diferencia está en fortalecer la cultura de seguridad dentro de las organizaciones, involucrando a todos los empleados en el proceso de prevención.
Es esencial adoptar estrategias que van desde la concienciación continua hasta el seguimiento constante de los comportamientos de riesgo, incluyendo acciones prácticas como simulaciones de phishing, formación y participación directa de los directivos.
Solo estas acciones podrán reducir los riesgos y crear una fuerte cultura de concienciación.
Importancia de la conciencia continua
La concienciación sobre la seguridad de la información no puede tratarse como una acción puntual o una campaña a corto plazo. Las amenazas digitales están en constante evolución y, con ello, los comportamientos de riesgo también cambian.
Por lo tanto, las organizaciones deben establecer un proceso de educación continua que mantenga a los empleados actualizados sobre los principales tipos de estafas, las tácticas de ingeniería social y las mejores prácticas de protección de datos.
Mantener el tema presente en la vida cotidiana ayuda a crear una percepción constante de riesgo y un sentido de responsabilidad colectiva.
Explora los contenidos
Además de crear un cronograma continuo de contenidos, es importante diversificar los formatos de comunicación.
Materiales interactivos, boletines informativos, videos cortos, cuestionarios y campañas temáticas son algunas de las formas de mantener el engagement en el tiempo, piensa que la comunicación debe ser sencilla, accesible y conectada con el contexto real.
Estas acciones son muy importantes y mantienen a los empleados informados sobre su papel en la seguridad de la información.
Simulaciones de phishing
Una de las estrategias más efectivas para llevar la teoría a la práctica son las simulaciones de phishing. Estas acciones permiten a los empleados experimentar situaciones reales de intentos de estafa, sin el riesgo de un ataque real.
A partir de los resultados de las simulaciones, las empresas son capaces de identificar a los grupos más vulnerables, mapear los comportamientos de riesgo y dirigir las acciones correctivas de forma más asertiva.
Este tipo de formación contribuye a aumentar la atención de los empleados cuando se trata de correos electrónicos, enlaces y archivos adjuntos desconocidos. La formación personalizada es un complemento esencial para estas simulaciones.
En lugar de ofrecer contenido genérico, las organizaciones pueden crear rutas de aprendizaje específicas para cada perfil de riesgo, área o rol. Esto asegura una mayor pertinencia del contenido y aumenta las posibilidades de retención del aprendizaje.
Compromiso del liderazgo
Ninguna estrategia de seguridad tendrá éxito si no se basa en el compromiso de los líderes.
Al fin y al cabo, cuando los líderes demuestran una participación activa en las iniciativas de concienciación, participan en la formación y refuerzan los mensajes de seguridad en las reuniones de equipo, el tema se convierte en una prioridad estratégica.
Además, el ejemplo de la dirección contribuye a romper la idea de que la seguridad de la información es responsabilidad exclusiva del equipo de TI.
Otro punto es que las empresas necesitan destinar recursos no solo para la compra de tecnologías.
Pero también para el desarrollo de campañas educativas, la contratación de especialistas, la actualización de las políticas internas y la realización de auditorías periódicas.
¿Cómo puede ayudarte PhishX?
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan las organizaciones hoy en día es transformar la cultura interna para que la seguridad de la información sea vista como responsabilidad de todos, no solo del equipo de TI.
PhishX es un aliado estratégico en la construcción de una sólida cultura de seguridad, ofreciendo un ecosistema completo que integra:
Conciencia continua;
Simulaciones de phishing;
Entrenamiento personalizado;
Herramientas de monitoreo de comportamiento de riesgo.
Con soluciones que van más allá de la tecnología, PhishX ayuda a las organizaciones a involucrar a las personas en el proceso de prevención, convirtiendo a los empleados en una línea de defensa activa contra las amenazas digitales.
¿Quieres saber cómo? Póngase en contacto con nuestros expertos y obtenga más información.

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